Visita inesperada // Libre*

La joven, algo preocupada tocaba apresuradamente la puerta, necesitaba una respuesta, necesitaba encontrar a su amiga y poder desahogar todo lo que sentia y no podia expresar, se sentia impotente, sola y a punto de explotar, necesitaba a alguien y en la primer persona que pensó fue en Maia.

La lluvia caía sobre la chica, que no se preocupaba si se mojaba o no, ahora era lo de menos.- Vamos Maia, abre.. yo se que estas aqui -murmuró para ella conteniendo las lágrimas y en ese instante se abrio la puerta, Clary abrazó a su amiga y se soltó a llorar, sin poder alguno que pudiera detenerla.-

Clary trató de responder, pero no podia a causa del llanto, cada vez los sollozos aumentaban y su respiracion se volvía mas agitada, queria parar pero era tanto lo que llevaba dentro que le era imposible. ¡No podía con tanta carga! Y tampoco queria hacerlo, cargar con resposabilidades que no eran suyas la estaba sofocando.- No.. N-o-o -le temblo la voz y espero a que su resporacion se normalizara.- ¡Od-iii-o ess-tt-o-o! -gritó desesperada aun con lágrimas resbalando por su cara.- ¡No-o pp-ue-do mas Ma-ii-aa!

Respiro profundamente como su amiga se lo indicaba, escucho como Maia entraba a la cocina y a los pocos minutos sintió el aroma del té de manzanilla, el cual comenzaba a llenar toda la habitacion.- Si, ess-tta bien -respondió un poco mas claro y siguió las indicaciones de su amiga, aun no estaba en condiciones asi que se lo tomaria con calma.- Grr-aci-as -Dijo cuando Maia cruzo la habitacion y le entregó la taza caliente, se reincorporó y sopló al té para enfriarlo un poco. Le dio un sorbo y este comenzó a hacer efecto.-

Clary dejó la taza ya vacía sobre la pequeña mesa de centro y miro a su amiga suplicante.- No se -susurró y tambien apretó su mano, devolviendole el gesto.- Maia.. ya no puedo con todo esto ¡Estoy harta! No se que hacer Maia.... ¡No se! -sintió como las lágrimas querian volver, así que hizo un enorme intento por controlarlas, pero sabía que si ella misma no se controlaba no funcionaría.-

Escuche a Maia y asentí levemente. Espere unos minutos para lograr calmarme y poder hablar tranquilamente, cuando estuve lista solté un gran suspiro y busque los ojos de mi amiga.- Sienti haber hecho una escena -Con el dorso de mi mano seque mi rostro y después baje la mirada.- Pero ya no puedo mas Maia, ya no quiero esto... ¡Yo nunca lo quise! -grite exasperada sintiendo como la ira se apoderaba de mi.- No es justo Mai, ¡No es justo! Desde que todo esto inicio mi vida se volvió un caos... No se como rayos paralo, ya no puedo controlarlo... Todo se me esta yendo de las manos y ya no hay nada que hacer para volee atrás... Fui una idiota al no escuchar a mi madre -Aprete los puños tratando de controlar los temblores que la rabia provocaba.- Si tan solo hubiera hecho caso y no hubiera sido impulsiva nada de esto me estaría pasando ahora

¡Es que ya no encuentro otra forma Maia! Estoy harta de tener que guardarme todo lo que siento por temor a lastimar a los demas ¡No es justo! -las lagrimas recorrieron de nuevo mi rostro y cerré aun mas los puños, causando que las uñas se me enterraran en las manos y comenzaran a sangrar.- Maia, mi mama esta en el hospital por todo lo que ha pasado con Valentine, aun no encuentro como despertarla -cerre los ojos y me recargue en el hombro de mi amiga, sabia que despues de la tormenta vendría la calma, y eso era lo que buscaba ahora, solo tener un momento de paz y tranquilidad donde nada ni nadie pueda importarme, ni siquiera mi madre... ni siquiera Jace.-

- ¿Qué-e? ¿Tu mamá-a? -suspiré sorprendida, y sentí como mi cuerpo daba un brinco del susto. - Mira querida, -cerré los ojos, encontrando las palabras correctas, para no lastimarla- Clary, a veces en la vida tienes que pensar primero en ti, y ya después en los demás. No es justo que tengas tantas cosas guardads dentro de ti, que a la vez te lastiman como fuego ardiente en el corazón. -mis manos, ahora eran unos puños, señalando su pequeño corazón, pero a la vez más grande que mil soles. - Lucha por lo que pienses, lucha por ti y por aquellos que quieres. -contesté, tratando de calmarme a mi misma. Mi estado ahora estaba un poco alterado por todo lo que me había dicho, pero me limite a respirar profundamente y escuchar las pequeñas
desesperantes voces dentro mío.

- ¿Qué pasa con Jace, Clary? -pregunté, sabía que esa pregunta era el blanco exacto del juego, la que le pondría nerviosa hasta la punta de sus pies. La conocía muy bien para decir que algo estaba pasando entre ellos dos. Miré a Clary directamente a los ojos y sin dudar dije lo siguiente. - Clary, somos mejores amigas. Desahogate, dime lo que sientes. Aquí estoy, tenlo en cuenta siempre. -informé, dandole un pequeño y fuerte abrazo pero lleno de fey confianza.